Cinco síntomas de problemas cardíacos que se confunden con cansancio o ansiedad

Hoy por hoy, en una sociedad donde el sentirse cansado, y tener ansiedad constante se ha normalizado, muchas veces podemos pasar por alto los peligros y riesgos que sentirse así tiene.

De hecho, el agotamiento constante es un claro síntoma de problemas cardiacos, y no es el único, a continuación te mostramos cinco síntomas de problemas cardiacos que a menudo confundimos con simple cansancio.

Uno de los síntomas más comunes y más ignorados es la fatiga inexplicable. No se trata del cansancio normal después de un día ajetreado, sino de una sensación de agotamiento extremo que aparece incluso con actividades ligeras, como subir escaleras o llevar las compras.

Esto puede ocurrir cuando el corazón no bombea sangre de manera eficiente, lo que impide que los músculos y tejidos reciban el oxígeno que necesitan.

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Otro signo de alerta es la dificultad para respirar. Si te falta el aliento con un esfuerzo mínimo o incluso estando en reposo, podría ser una señal de que tu corazón está teniendo problemas para manejar el flujo sanguíneo, lo que puede causar una acumulación de líquido en los pulmones. A menudo, este síntoma se confunde con una crisis de ansiedad o simplemente con estar en mala forma física, pero no debe tomarse a la ligera.

Las palpitaciones, esa sensación de que el corazón late demasiado rápido, se salta un latido o aletea, son un síntoma clásico de la ansiedad. Sin embargo, también pueden ser indicativo de una arritmia o un problema en el ritmo cardíaco. Si estas sensaciones son frecuentes, duran más de unos segundos o se acompañan de otros malestares, es importante que un médico las evalúe.

Los mareos y desmayos son otra señal que nunca debe ser ignorada. Sentirse aturdido o perder el conocimiento puede ocurrir si el corazón no está enviando suficiente sangre al cerebro, ya sea por un ritmo cardíaco anormalmente lento o rápido, o por una obstrucción. Aunque pueden tener otras causas, como la deshidratación, son un motivo de consulta médica inmediata.

El síntoma más conocido es el dolor o presión en el pecho. Es importante saber que no siempre se siente como un dolor agudo. A veces, se muestra como una sensación de pesadez o ardor en el centro del pecho, que puede extenderse a los brazos, la espalda, el cuello o la mandíbula.

Si bien la ansiedad puede causar dolores en el pecho, un malestar persistente o que empeora con el esfuerzo requiere atención urgente. Si experimentas alguno de estos síntomas de manera persistente, lo recomendable es consultar a un profesional de la salud para evitar cualquier problema mayor.

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